E.S.O.
Educación Sexual Opcional
May 2024
22
20:18

La audiencia de este texto son aquellas personas quienes no han recibido ninguna educación sexual de sentido práctico en ningún momento de sus vidas. El autor se incluye en tal conjunto.

Este texto es parte de la educación sexual que su autor hubiera agradecido recibir, y de la cual se habría beneficiado.

En este texto, educación sexual abarca al menos las categorías

  • Anatomía y fisiología
  • Cuidado físico y afectivo
  • Higiene y seguridad personal
  • Prácticas sociales y culturales

Los discursos del sexo

El texto usará un lenguaje tan médico como sea posible para una persona sin conocimientos médicos, excepto al expresar opiniones personales del autor.

Lenguajes técnicos como el lenguaje médico o estadístico suelen utilizarse en medios de comunicación para construir el verosímil del discurso. Para que aquello que se publica luzca verdadero, lo sea o no.

El texto usará el lenguaje técnico con otro propósito. Despersonalizar el discurso.

Los individuos no solemos preguntar a la persona que nos gusta si desea tener relaciones sexuales. Preguntamos si quiere tener sexo, coger o quedarse a dormir.

El lenguaje técnico despersonaliza la expresión, haciéndola más adecuada para transmitir información sin expresar preferencias ni opiniones personales.

Reconocer y usar diferentes tipos de discursos en diferentes ámbitos es sano e imprescindible. Funciona para no experimentar pudores al realizar consultas con personas en un ámbito no íntimo, como médicos, padres, clases y talleres.
Es más sencillo decirle a un médico/a deseo realizar un chequeo de rutina antes de tener relaciones con mi pareja que decir quiero hacerme un chequeo para coger con mi novio/a.


Cuando este texto incluya palabras como pene o vulva no se debe a que su autor considere su uso más apropiado en todo contexto, mas porque vuelve a este discurso impersonal y aséptico.

A modo de ejemplo, se menciona superficialmente un ejemplo concreto de cada categoría de aquello que este texto considera educación sexual.

  • anatomía: Puntos erógenos del cuerpo.
  • cuidado físico y afectivo: No usar complementos eróticos eléctricos que permanecen enchufados a la corriente eléctrica.
  • higiene y seguridad personal: No mantener ninguna relación en secreto total.
  • prácticas sociales y culturales: Reconocer la diferencia entre fantasías sexuales y deseos sexuales.

Toda información citada en este texto cada lector deberá verificarla a través de otra fuente de confianza, o a través de sus propias experiencias personales.

Por un lado, cuando la sociedad ‘ofusca’ las fuentes de saberes sexuales vuelve todo saber confuso. Toda información sin verificación fáctica es falseable y manipulable.

Por otro lado, las experiencias y preferencias sexuales son personales y varían de individuo a individuo. No todos los individuos experimentan orgasmos del mismo modo, ni sienten de igual modo sus zonas erógenas, ni desean lo mismo en cada momento.

Ninguna información contenida en este texto ha de considerarse verdadera únicamente por haber sido escrita en un documento en Internet.

May 2024
23
07:46

La responsabilidad afectiva buscaría establecer relaciones personales y sexo-afectivas que no hieran ni produzcan sufrimiento en uno mismo ni en otros individuos.

La responsabilidad afectiva es un concepto relativamente nuevo en la educación sexual en este país. El autor nunca ha recibido educación al respecto, ni la ha oído mencionar en ningún ámbito excepto el ámbito personal.

En la República Argentina es más sencillo encontrar material pornográfico y consumir servicios sexuales comerciales que hallar información confiable acerca de la práctica de la responsabilidad afectiva.

Los siguientes serían algunas prácticas de responsabilidad afectiva al relacionarse entre individuos

  • No fingir edad o status social diferente para relacionarse sexo-afectivamente con otro individuo.
  • No crear perfiles falsos en redes sociales para impostar una identidad.
  • No utilizar redes sociales para realizar espionaje sobre otros individuos.
  • No impostar identidades para realizar espionaje sobre otros individuos.
  • No fingir problemas propios para acercarse a un individuo.
  • No mantener información financiera oculta del conviviente en una relación de convivencia.
  • No falsear información profesional o personal al conviviente durante una relación de convivencia.
  • No espiar los dispositivos electrónicos de la pareja. Particularmente los teléfonos.
  • No mantener relaciones sexo-afectivas ocultas por fuera de un arreglo monogámico, a menos que sea discutido y aprobado por ambos individuos.
  • No dosificar el contacto sexo-afectivo como recurso de negociación, premio ni castigo en una relación sexo-afectiva con otro individuo.
  • No dosificar información personal como recurso de negociación, premio ni castigo en una relación sexo-afectiva con otro individuo.
  • No dosificar el contacto con los hijos como recurso de negociación, premio ni castigo en una relación parental compartida.
  • No denegar la cuota alimentaria que corresponda a los ingresos propios como recurso de negociación, premio ni castigo en una relación parental compartida.
  • No proponer situaciones que causaren desagrado o sufrimiento a una pareja sexo-afectiva.
  • No utilizar el acceso a recursos econónimos como resurso de negociación, premio ni castigo en una relación sexo-afectiva con otro individuo.
  • No realizar promesas como recurso para relacionarse sexo-afectivamente con otro individuo. Particularmente promesas económicas o románticas.
  • No establecer una relación sexo-afectiva con otro individuo por motivos únicamente financieros, a menos que se acuerde explícitamente entre ambos individuos previo al inicio de la relación.
  • No establecer una relación sexo-afectiva con otro individuo por motivos únicamente de inseminación, a menos que se acuerde explícitamente entre ambos individuos previo al inicio de la relación.
  • No forzar una pareja sexo-afectiva a continuar una relación de la que ya no desea formar parte.
  • No establecer una relación sexo-afectiva con motivos de ejercicio de trabajo sexual como si fuera una relación personal sin aclararlo explícitamente previo al inicio de la relación.

Declaración de intención

La declaración de intención busca delimitar el alcance de una relación sexo-afectiva y alinear expectativas entre los participantes.

Excepto en individuos con privilegios de recursos, la educación de los niños no enseña un lenguaje y una práctica tal que permita establecer relaciones sexo-afectivas a través de una declaración de intención clara y comprensible.

Al conocer un individuo con quién se desea establecer una relación sexo-afectiva es sano

  • Reconocer cuáles son los deseos propios de relación con el otro individuo.
  • Declarar la intención al otro individuo.
  • Recibir la declaración de intención de los deseos del otro individuo.

La declaración de intención se asemeja a una ‘negociación’ entre partes, aunque difiere de aquello que llamamos negociación.

El objetivo de esta negociación no es obtener la mayor cantidad de producto al menor precio (lógica mercantilista). Es alinear expectativas para que la relación transcurra con el menor número de malentendidos y resulte disfrutable para los involucrados, o para que no ocurra.

Como resultado de la negociación no hay ganadores ni perdedores. Si durante la declaración de intensión los intereses no están alineados y se declina un encuentro sexo-afectivo, ambas partes ganan al evitar transcurrir una experiencia desagradable por no deseada.

Esta concepción del resultado de la negociación no siempre se percibe de este modo. Existen instituciones e individuos que consideran que quién no ‘obedece’ sus propias expectativas está en falta.
Suele ocurrir en hombres y mujeres jóvenes, y en personas criadas bajo el modelo de consumo y oferta de trabajo sexual en este país.

La declaración de intención es un protocolo de handshake realizado a través de un lenguaje común. Un individuo declara ‘Hablo Francés‘, el otro individuo declara ‘Hablo Español‘. Ambos individuos comprenden y acuerdan que no es posible establecer una relación en ese instante.

En un instante dado, un individuo podría desear relaciones estables en el tiempo. Otro individuo podría desear relaciones casuales.
Es afectivamente responsable que ambos individuos comprendan las expectativas propias y de la otra parte para decidir si relacionarse o no.

Lo más claro es que la declaración sea explícita y sin ambigüedad.

Una persona que posea mucho dinero, que curse otras relaciones sexo-afectivas simultáneas o que posea una familia constituída no querrá proveer esta información de modo explícito. En esos casos existen infinidad de otros lenguajes no verbales para realizar la declaración.

Cuando ocurre que uno de los individuos no comprende estos lenguajes, es responsabilidad del individuo que posee mayor cantidad de información no dar comienzo a la relación.

La declaración de intención es únicamente una intención. No es un compromiso asumido.

La declaración de intención provee un marco para no insistir en una relación en la que la construcción de intimidad no ocurre, o en la que dejó de ocurrir.

Uno de los propósitos de la declaración de intención es que la finalización de las relaciones que dejan de ser sanas sea más sencilla.
Permite decir: ‘yo expresé desear tal cosa, aún deseo tal cosa, y en esta relación tal cosa ya no ocurre’.

May 2024
23
08:12

Para parte de la población, la única educación sexual práctica recibida es la exposición a material pornográfico a partir del ingreso a primer grado, entre los 6 y los 8 años de edad.

El material pornográfico se deja intencionalmente al alcance de niños, como recurso pedagógico.

No se menciona. No se nombra.

Considerar este proceder como educación sexual es tan razonable como dejar un teclado al alcance de un niño y esperar que éste aprenda música por sí mismo.

Mas que un recurso pedagógico, pareciera un mecanismo publicitario y de perpetuación del consumo y de la oferta de trabajo sexual.

Hablar de sexo, de todo tipo de sexo, del que tuvimos, del que deseamos, del que fantaseamos, del que no tuvimos, del que no deseamos tener, del que no tendremos nunca, del que otros dicen tener, sirve para nombrar.

Hablar de sexo sirve para crear un lenguaje que haga referencia a todos los aspectos sexuales. Los agradables y los no agradables. Los pasados, los presentes y los futuros.

Un lenguaje claro, explícito y comprensible para otras personas es imprescindible para que las actividades sexuales tengan cierto grado de sanidad mental, de seguridad y de confianza.

Durante el año 2018 fue noticia una denuncia de abusos de una mujer llamada Thelma Fardin a un actor conocido en Argentina llamado Juan Dartés.

Considerando que ambos nombres, Thelma Fardin y Juan Dartés, son personajes ficticios, nombres artísticos, que ninguno es persona jurídica, que la denuncia no es tal porque un personaje no puede denunciar otro personaje, que las noticias son invenciones literarias, ¿qué sentido podría tener publicar este tipo de noticias?

Sin afirmar que esta sea la intención de sus autores, un sentido concreto que tiene publicar este tipo de noticias es crear un lenguaje con el que sea posible nombrar abusos.
Es dar palabras a los individuos que alguna vez sufrieron abusos que no podrían denunciar porque, entre otros motivos, previo a noticias no existía un lenguaje para expresarlos.
¿Cómo podría alguien discurrir durante una denuncia de aquello que no posee nombre? ¿Cómo podrían confiar en que otra persona podría comprender lo que desean expresar, si no existen palabras cuyos significados sea común a todos los individuos?

El silenciamiento de las cuestiones relacionadas al sexo y a las relaciones personales tiene como consecuencia directa la perpetuación de las situaciones de abuso. No es inocente que se condene socialmente hablar abiertamente de prácticas sexuales que ocurren en la práctica. Muy particularmente de trabajo sexual.
Aquello que no se nombra no puede denunciarse, no puede aliviarse, no puede ser comprendido por otros, no puede reemplazarse por algo mejor. De ese modo se perpetúan las situaciones de abuso.

Hablar de sexo, incluso de las prácticas sexuales que no desearíamos practicar nunca, sirve para crear un lenguaje y para poseer un lenguaje como mecanismo de defensa propio y de otras personas.
Poder nombrar de modo aséptico prácticas sexuales que no practicamos también sirve. Para que otras personas puedan expresarlas y nosotros comprenderlas.
Podría servir para que en un futuro alguien alivie su sufrimiento, para que alguien denuncie una situación de abuso, para que alguien exprese una declaración de intención, para que alguien hable sobre su pasado.
Las metáforas no son suficientes.

Quizá por este motivo, entre otros, el psicoanálisis y las psicoterapias basadas en la escucha pasiva del paciente no podrían funcionar nunca.

¿Cómo espera un psicólogo que se limita a oír a un paciente que algo sane si el paciente no posee un lenguaje preciso que exprese aquello que le causa sufrimiento?
Pretender que la psicoterapia sane de este modo es como pretender aprender a hablar por nuestra cuenta. No es ni posible ni razonable.

El lenguaje sexual explícito y neutro es tan necesario para compartir la alegría y felicidad que puede generar como para aliviar el sufrimiento propio y de otros individuos, de necesitar hacerlo.

En parte, la intención de este texto es crear un lenguaje rudimentario de ‘cosas que se puedan nombrar’. Aunque sean cosas de otros, ajenas a las propias experiencias.

No tiene importancia el motivo por el que los vibradores funcionan a pilas y no a corriente de red. El texto lo menciona para habilitar la palabra ‘vibrador’. Para que la palabra deje de ser aquello que no se ha de nombrar. Para que se vuelva una palabra más, sin poderes mágicos que causan parálisis, pudor, risa o temor.

May 2024
23
09:00

Fantasía, curiosidad, anhelo y deseo

El texto diferencia 4 conceptos diferentes:

1 – Imaginar una experiencia o situación nunca experimentada en sí mismo/a.
2 – Llevar a cabo acciones concretas para recopilar información acerca de una experiencia nueva, para evaluar la posibilidad y esfuerzo de concretarla.
3 – Desear repetir una experiencia en las mismas condiciones que en el pasado.
4 – Desear repetir una experiencia del pasado, aunque no en las mismas condiciones.

Como el autor no ha encontrado ningún libro de texto que defina estos conceptos de este modo, en el texto se les da los nombres de

  • Fantasía: Imaginar una experiencia o situación nunca experimentada en sí mismo.
  • Curiosidad: Llevar a cabo acciones concretas para recopilar información acerca de una experiencia nueva, para evaluar la posibilidad y esfuerzo de concretarla.
  • Anhelo: Desear repetir una experiencia en las mismas condiciones que en el pasado.
  • Deseo: Desear repetir una experiencia del pasado, aunque no exactamente en las mismas condiciones.

En el lenguaje cotidiano y en las terapias de escucha estos conceptos caen bajo la única palabra ‘deseo’.

Fantasías

Son situaciones imaginadas sin haberla experimentado en el pasado.

Con una situación que no se experimentando se puede realizar únicamente dos cosas: ignorarla o imaginarla.

Con algo más de esfuerzo se podría intentar adquirir más información acerca de la experiencia, aunque seguiría estando en el plano de la imaginación, no de la realidad.

Las fantasías más ‘populares’ son las fantasías sexuales, aunque existen fantasías en todos los aspectos de la vida cotidiana.

Un ejemplo de fantasía no sexual sería viajar por el espacio.
Nadie lo ha experimentado nunca. Sólo es posible imaginar cómo sería, o recopilar información de libros y películas de ciencia ficción para imaginar cómo sería.
En ambos casos la fantasía ocurre en el plano de lo imaginario.

Otro ejemplo de fantasías serían las fantasías financieras, como conseguir un trabajo que aporte mucho dinero, ganar la lotería, o pensar que un plazo fijo produce ganancias.

Las fantasías son comunes en las actividades laborales.
Cuando a un programador se le pregunta cuánto tiempo le insumirá programar algo que no programó nunca antes, la única respuesta razonable es ‘no puedo saberlo’.
Cuando un manager con poca experiencia o con la intención de hacer sentir mal al programador exige una estimación, el programador crea una fantasía acerca de aquello que se debe programar y acerca de cómo se ha de programar, para responder en base a esa fantasía.
Los resultados suelen ser imprecisos por miles de veces.

En la práctica médica ocurren fantasías.
Cuando un cardiólogo dice a un paciente que debe realizar natación 3 veces por semana, en la mayoría de los casos es una fantasía irrealizable del cardiólogo. El paciente podría vivir a 40 cuadras de una pileta, trabajar 10 horas por día, no haber hecho ejercicio en los últimos 30 años, no disponer de suficiente dinero para una pileta climatizada. El paciente podría experimentar vergüenza de su desnudez en la pileta, podría sentirse torpe y desubicado en un ambiente de otros nadadores jóvenes en buen estado físico, etc. El único lugar en el que su ‘receta’ podría ser aplicada es en su imaginación.

La pornografía, como los viajes por el espacio, no es una experiencia propia del pasado. Son recopilaciones de datos obtenidos de fuentes ficcionales.

Las fantasías, sexuales y no sexuales, son frecuentes y comunes en las personas más jóvenes, y se hacen menos comunes en los adultos por la propia definición de aquello considerado una fantasía: aquello que imaginamos por no tener experiencias concretas en las que basarnos.
A medida que los individuos crecen adquieren más experiencias, debiendo imaginar menos para ‘rellenar los blancos’ de lo que se ignora.

Para comenzar a tener fantasías sexuales sólo hace falta que alguien o algo enuncie una práctica sexual que hasta ese entonces no había sido pensada con anteriodidad.
Los individuos necesitan asignarle un ‘significado’ a esa experiencia sexual enunciada. Se le inventan detalles y particularidades, o se le asignan esos detalles con información que otra fuente provee.

Las fantasías pueden usarse para más que ‘completar los blancos’.
Puede ser un estímulo erótico o pueden ser un recurso terapéutico.
Permiten lidiar con lo desconocido, hasta cierto punto.
Sirven para ‘desgastar’ un pensamiento hasta volverlo familiar e indoloro. Como repetir una palabra hasta que pierde su sentido. Este efecto es similar al efecto de los antipsicóticos. La información queda sin el sufrimiento asociado. La fantasía imaginada persiste sin provocar dolor.

Las fantasías

  • Ocurren únicamente en el plano de la imaginación.

Ya sea que se imagina la escena completa o que partes de la escena son dictadas por películas, libros o relatos de terceros, la escena ocurre completamente en la imaginación de quién fantasea.

  • Las fantasías no tienen compromiso con la realidad.

Lo fantaseado puede distar de las experiencias reales. Es posible imaginar cualquier cosa. La realidad impone limitaciones físicas y voluntades personales.

  • En las fantasías quien fantasea controla todos los aspectos de la escena.

Las fantasías no causan frustración porque quién fantasea imagina cada detalle de modo conveniente. En las fantasías sexuales no hace frío, ni calor. No hay sonidos ni aromas desagradables. No hay tiempo muertos, aburrimientos ni películas malas que soportar.

En las fantasías no es necesario ‘negociar’ con voluntades de otras personas. Si alguien fantasea ir de vacaciones al mar con una pareja no suele considerar que su pareja podría no desearlo, que podría ser alérgico al agua de mar, que podría estar de mal humor, que podría preferir ir a la montaña.
La realidad exige acordar y alinear intereses con otras personas. Las fantasías nunca.

Durante una fantasía sexual nadie imagina la posibilidad de que uno de los particpantes no agrade al/los otro/s. En la realidad podría ocurrir.

  • Las fantasías no requieren esfuerzo, ni permiten estimar el esfuerzo requerido.

En todos los tipos de fantasías, el esfuerzo del armado de la escena nunca es parte de la fantasía.
Viajar por el espacio podría requerir una preparación física rigurosa durante años.
Aprender música requiere años de práctica y estudio.
Tener un cuerpo escultural requiere entrenar a diario y seguir una dieta estricta.
Para aprender a esquiar se debe viajar 3 o 4 veces por año a la montaña, o mudarse allí.

  • Las fantasías son atemporales. No tienen pasado ni futuro.

Las situaciones reales exigen una preparación previa y un seguimiento posterior.

La fantasía de sexo grupal no incluye cómo organizar la reunión grupal.
La fantasía de una infidelidad no incluye los cambios experimentados después de realizarla. Culpa, miedo de ser descubierto, deseos de repetir la experiencia, paranoia.
La fantasía de sexo casual no incluye situaciones como el posible enamoramiento de la otra persona, tener que convivir en la misma oficina con la otra persona, etc.

Curiosidad

La curiosidad son las acciones para que una fantasía pase del plano imaginario a un plano real.

Intentar concretar una fantasía tal como se imagina seguramente resulte frustrante. Hasta podría ser una experiencia dañina.

Para concretar una fantasía primero se debería evaluar qué tan lejos está de la realidad.

La fantasía de tener relaciones sexuales con un individuo primero exige evaluar el interés de ese individuo. Confirmar que posee las características imaginadas. Evaluar si la experiencia podría ocurrir más o menos como en la fantasía.

Muchas fantasías se ‘extinguen’ en esta etapa, al contrastar la fantasía imaginada con la realidad experimentada.

Anhelo

El anhelo es el deseo de volver a experimentar algo ya vivido.

La naturaleza del anhelo es diferente al de la fantasía. En el anhelo las escenas anheladas ya demostraron ser factibles. Y, si el anhelo persiste, ser agradables para quien anhela.

Deseo

El deseo sería algo entre un anhelo y una fantasía.

Quizá realizar una experiencia del pasado en otro contexto, por primera vez.

El deseo es más ‘concreto’ que una fantasía, pero convserva una distancia con la realidad.


Identificar y diferenciar estas emociones no produce más ni menos de ellas. Permite administrarlas de manera responsable.

Confundir una fantasía con un deseo o con un anhelo podría ser riesgoso, doloroso y costoso.

Podría inducir a endeudarse económicamente o a tomar decisiones riesgosas.

La industria del sexo, de la pornografia y del trabajo sexual comprende y explota esta confusión a su favor.

La distribución de pornografía gratuita en la internet genera fantasías que en la práctica se descubren mayormente no satisfactorias y absurdas.
El motivo razonable para ‘instalar’ estas fantasías sería incentivar la industria del consumo de sexo pago.

Literatura y películas también instalan fantasías sin contexto real, como las fantasías de tener relaciones de infidelidad, o de mantener relaciones en secreto.

En el ejercicio del trabajo sexual, fantasías acerca del trabajo sexual suelen ser argumentos contra los que las trabajadoras sexuales deben pelear.


Las fantasías incluyen las ideas de que el trabajo sexual consiste en recibir dinero por realizar tareas placenteras, que el trabajo sexual insume poco tiempo, que el trabajo sexual ocurre en entornos sin violencia, que es posible llevar una vida social ‘normal’, y de que el trabajo sexual es una elección.

Ninguna de estas fantasías es cierta.

May 2024
23
11:29

Los individuos poseen un cuerpo que siente. Conocer cómo siente permitiría a la vez mayor disfrute y ser menos vulnerables contra abusos.

Deseos, fantasías y anhelos ocurren en el plano mental. Son experiencias simbólicas, no corporales.

Beber alcohol, bailar y oír música son experiencias sensoriales, reales.

Existen ciertos alimentos tales que, dependiendo de la marca que los produce o del modo de cocción, producen mayor o menor apetito.

El pan de mesa común sin tostar produce más apetito que el mismo pan de mesa tostado.

Los bizcochos de grasa son más o menos adictivos dependiendo de la marca que los produce.

Si estas experiencias fueran únicamente hambre y deseos de comer, consumir un producto u otro no produciría más ni menos urgencia por continuar comiendo.

Entre las experiencias físicas sexuales se distinguen:

  • Experiencias que producen pulsiones sexuales inmediatas.
  • Experiencias que producen deseos sexuales menos urgentes.
  • Experiencias que producen interés sexual en una persona sin urgencia.

El texto nombrará a cada una de estas experiencias

  • Experiencias sexuales: producen pulsiones sexuales inmediatas.
  • Experiencias sensuales: producen deseos sexuales sin ser pulsiones.
  • Experiencias seductoras: producen interés sexual en una persona, sin urgencia.

Experiencias sexuales

Las experiencias sexuales son las más reconocibles.

Besos, estimulación de los genitales, algunas frecuencias de sonidos, caricias en zonas erógenas y proximidad física de la persona deseada son ejemplos de experiencias que, al ocurrir con personas deseadas y en condiciones confortables, producen deseo sexual inmediato.

Experiencias sensuales

Las experiencias sensuales son físicas pero no producen la pulsión de urgencia sexual.

Ejemplos de experiencias sensuales son masajes en hombros o pies, algunos bailes de pareja, aromas y luces relajantes, masajes en el cuero cabelludo, etc.

Experiencias seductoras

Las experiencias seductoras son cualquier actividad que sin ser sensual ni sexual despierte interés sexual en otra persona.

Existen actividades muy poco sexuales que seducen.

Hay individuos que encuentran en las actividaddes realizadas con ritmo de coreografía lenta una sensación de placidez y bienestar al observarlas. Preparar comida, limpiar la habitación, vestirse, pintar, envolver regalos, salir de compras, calzarse, anotar el pedido de un cliente en un cuaderno, conducir un auto, etc.

Estas experiencias son seducciones simbólicas, no sensoriales.

Identificar una experiencia como seductora y no sexual permitiría una administración más apropiada de la reacción propia a la experiencia.

En sitios de oferta de sexo y de trabajo sexual se intentaría confundir deliveradamente ambos tipos de experiencia.
Ningún individuo que presencie un ballet moderno en un teatro exigiría a los bailarines quitarse la ropa inmediatamente después de terminar la coreografía, aún siendo coreografías muy eróticas.
Eso mismo se espera de strippers que animan despedidas de soltero y de quienes bailan en bares de trabajo sexual.

Personas con privilegios económicos comprenden la diferencia entre seducción a largo plazo y urgencia sexual, y suelen ‘invertir’ tiempo y dinero propio en seducción a largo plazo.

Por caso, un estudiante de cine con suficientes recursos económicos podría atender su propio videoclub de barrio.
El motivo de la atención personalizada no sería no poder costear empleados, mas ocupar un lugar privilegiado de seducción.
Conocería individuos, conversaría con ellos, aprendería de sus gustos y podría seducirles con su conocimiento de la disciplina.

Trabajadores sexuales conocen el valor de las coreografías y lo aplican de manera constante en todas sus actividades, sexuales y no sexuales.
Creería que el trabajador sexual prefiere más seducir con coreografías que provocar urgencia sexual inmediata.

Coreografías no sexuales tienen también valor para ‘coreografiar’ rutinas de higiene personal.

Existe una relación directa entre mantener buena higiene personal y actividades sexuales. Saberse bien aseado y prolijo permite relajarse y despreocuparse durante una cita o un encuentro sexual.

Las rutinas de cuidado personal parecen engorrosas por considerarlas una pérdida de tiempo innecesaria más que por el esfuerzo requerido para realizarlas.

Un modo de dejar de considerarlas una pérdida de tiempo es armarlas como coreografías. Tal como si fuera una rutina de baile o de gimnasio.

Las coreografías no son ‘mejores’ cuando se realizan más rápidamente. Las coreografías están bien realizadas cuando se realizan a su tiempo.

May 2024
23
11:56

Las experiencias sexuales son reacciones físicas de los cuerpos que ocurren de modo inconsciente.

Las experiencias sensuales son experiencias agradables y placenteras. Producen atracción sexual sin ser pulsiones sexuales.

Las manifestaciones musicales pueden ser experiencias seductoras, sensuales, sexuales o todo a la vez.

Realizar un recital con público es una experiencia de seducción del músico o música.
Los motivos para la realización de recitales masivos en canchas de fútbol son dos: recaudar dinero de manera eficiente y seducir de manera eficiente.
Algunos músicos y músicas usan sus recitales para recaudar dinero para invertir en causas en las que desean trabajar.
Es también un modo muy eficiente de ‘seducir’ miles de personas de modo ‘económico’, instalando su imágen a través del baile y el canto.

Oír música puede ser una experiencia sensual independiente de quién la interprete.

Existen estilos musicales que producen placidez, alegría y calma.

Cuando la música tiene algunas características rítmicas y tonales oír música puede ser una experiencia sexual.

La música árabe tiene ‘fama’ de música erótica.
En películas y animaciones se suele usar en escenas de bailes eróticos.
Hay algo de cierto y algo de no tanto en los bailes árabes.

La escenografía de los sitios de baile árabes en Buenos Aires, en la zona de Villa Crespo, solían estar decorados con lienzos y luces de color rojo.

El mito del erotismo de la música árabe podría provenir del efecto que producen sus patrones rítmicos ejecutados en algunos tonos bajos.

La misma música árabe ejecutada en tonos agudos no produciría ningún efecto erótico. Las películas y productos infantiles suelen incluir sus canciones en tonos agudos. Por lo general son melodías que evitan patrones rítmicos.

Algunos instrumentos de la música árabe suenan con una sordina cuyas vibraciones producirían un efecto de erótismo sensorial. La vibración sostenida del sonido del saxo produciría el mismo efecto.

Los tonos rojos no son sexualizantes. Producen un estado de alerta y estrés. Los tonos sensorialmente sexualizantes serían tonos fríos, como los azules. Producirían sensación de calma y placidez.

Como el color rojo, el volúmen de sonidos alto produce estrés. No es posible estudiar en ambientes con ruidos o conversaciones.

Uno de los motivos para que en boliches y bares la música suene en niveles altos sería producir un estrés tal que disminuya otras capacidades intelectuales de todos los individuos.
Esa disminución de la capacidad de ‘pensar’ hace tolerable situaciones que de otro modo resultarían intolerables. Tal como ocurriría con el consumo de alcohol, cocaína, marihuana y otras drogas.
Estando el cerebro ocupado en soportar el estrés del ruido ambiente de la música, no podría ‘ver’ la fealdad ni ‘sentir’ la incomodidad del entorno.

Los patrones rítmicos de percusión y bajos de la música oriental serían sexualizantes por la similitud con los patrones rítimicos y vibraciones con los latidos del corazón.

Los individuos tendríamos internalizada esta vibración por haber crecido en un vientre materno. Estos bajos rítmicos los asociaríamos de modo inconsciente al placer y a la seguridad experimentada antes de nacer.
Según esta hipótesis, la reacción producida por este tipo de patrones sonoros sería una pulsión primitiva inconsciente.

Oír sonidos bajos y rítmicos en volúmen alto es una experiencia sexual. No es cultural ni intelectual. Ese podría ser el motivo para que los concurrentes parezcan sexualmente atractivos.

Quienes comercian con actividades sexuales o explotan situaciones de abuso o asimetría de información conocen y dominan estas reacciones fisiológicas de las personas.

May 2024
23
12:23

Ciertas drogas tienen ‘fama’ de usarse con frecuencia en el trabajo sexual. Particularmente, alguna variante de la cocaína.

Quién redacta nunca recibió una oferta de cocaína de ninguna persona conocida. Sí le ocurrió en algún boliche que personas desconocidas le ofrecieran cocaína para aspirar.

En este texto, personas desconocidas quiere decir personas de quienes no se posee certezas constatables: no se conocen de niños, no se conocen de un trabajo de oficina prolongado, etc.
Stalkear las redes sociales de un individuo no es conocerle. Los datos son fácilmente falseables.
Aunque incompletos, estos son algunos criterios para considerar desconocida a una persona:

  • No se puede corroborar su número de documento.
  • No realizó un pago con tarjeta de débito o crédito en un comercio conocido.
  • Si dice ser profesional, no da a conocer su matrícula profesional.

Las redes sociales, los número telefónicos, las direcciones de email y las matrículas de autos no son suficientes para certificar una identidad. Un pago con tarjeta de crédito o débito en el almacén de tu barrio es lo mínimo. Ante un inconveniente con la persona, se puede informar que realizó un pago en tal día y hora en tal lugar para corroborar su identidad.

Una persona conocida a través de apps de citas o redes sociales, una persona conocida de algunos meses o años de un boliche o un vecino cercano no son personas identificables.

Las flores de marihuana se pueden cultivar en un patio propio.
Las drogas procesadas no se fabrican artesanalmente. No se consiguen fácilmente, son costosas y no se conoce quién las fabrica ni quién las distribuye.
Las drogas ilegales no certifican calidad.
Los cigarrillos y el alcohol declaran tener una composición. De no poseerla se podría realizar una denuncia o informar a una autoridad.
De las drogas ofrecidas informalmente no se sabe qué deberían tener, ni qué tienen.

No existe motivo generoso para que un desconocido ofrezca drogas procesadas.

La hipótesis de este texto es que drogas sintéticas como cocaína son fabricadas en el propio país con conocimiento del Estado, o son importadas al país con conocimiento del Estado.

La cocaína se usaría en el trabajo sexual.

Sería muy adictiva.

Las sustancias adictivas, drogas o alimentos, no son necesariamente placenteras. Aunque generan una pulsión por su consumo, la experiencia de consumirlas no sería necesariamente gratificante.
Baste el ejemplo de alimentos y bebidas alcohólicas. Se consumen compulsivamente por su dependencia física, no por ser mejor ni más placenteras que otras comidas y bebidas.

Los tratamientos de desintoxicación de estas sustancias adictivias, como de alimentos adictivos, podrían requerir años de esfuerzos constantes.

La cocaína se usaría en el trabajo sexual para hacer tolerable las experiencias físicas violentas, desagradables o aburridas. Tal como la música a volumen alto.

Es posible que causen un aumento de la líbido de su consumidor, que podría durar días.

En los hombres, el consumo de cocaína retardaría el reflejo eyaculatorio y funcionaría como anestésico.

La cocaína suprimiría fatiga y sueño. Resultaría económicamente ‘eficiente’ a consumidores de trabajo sexual, reduciendo la cantidad de ‘trabajadores’ que el cliente contrataría para un ‘evento’.

La cocaína y el alcohol podrían provocar pérdida de conciencia. Desmayos y apagones, dejando muy vulnerable a quienes las consumen.

El único motivo que este texto concibe para que un desconocido consuma u ofrezca consumir drogas procesadas sería generar en otros individuos la dependencia de una sustancia imposible de conseguir de otro modo.

Si un desconocido consumiera estas drogas en presencia de otras personas podría ser una estrategia de venta para provocar que quienes lo presencian pidan consumirla por sí mismos.

May 2024
23
12:54

Matener relaciones en secreto en nombre de la privacidad dificulta el pedido ayuda si fuera necesario hacerlo. Particularmente, en personas jóvenes que carecen de seguridad privada propia.

En ciertos ámbitos socio-culturales con abundancia de recursos es común y aceptado que personas jóvenes, en ocasiones menores de edad, se relacionen sexo-afectivamente con personas mayores.

La diferencia de edad no sería notable durante la relación, excepto al instante de darle fin.

En estos ámbitos, para tal evento la persona menor cuenta con respaldo de amigos, hermanos y padres capaces de explicar la situación a su pareja.

Suelen ser ámbitos con abundancia de recursos, incluyendo seguridad privada propia. Sus parejas serían minuciosamente auditadas por la seguridad privada de los padres de estos niños.

Estas relaciones sexo-afectivas no ocurren con desconocidos, no se mantienen en secreto de la propia familia, amigos y seguridad privada, y se plantean desde antes de su inicio como un relación casual y temporal.

En estas condiciones, y únicamente en estas condiciones, la diferencia de edad no poseería mayor importancia.

Poseer seguridad privada es renunciar a la privacidad. Si la seguridad es confiable no sería necesariamente malo.
Los espacios propios se preservarían mejor como contraprestación de la renuncia a la privacidad.

No saber poner fin a una relación con otra persona, mucho más con una persona mayor, no es debilidad de carácter. Es falta de práctica.
Una persona 10 o 20 años mayor tiene 10 o 20 años más de padecer y ejercer manipulaciones. Eso por sí mismo es una asimetría con alguien menor.

Como caso concreto de la vulnerabilidad producida en relaciones con diferencias de edad podría citarse un capítulo de la sitcom Friends.

En un capítulo Mónica pregunta a Richard, un amigo de su padre, cuántas parejas sexuales tuvo. Richard contesta 2. Mónica le cree.

Las personas más jóvenes al ver este capítulo por primera vez piensan que Richard dice la verdad.
Las personas con más edad al ver este capítulo por primera vez saben que Richard miente diciendo lo que Mónica desea escuchar.

Las reacciones de personas jóvenes y de más edad al ver estos capítulos suelen ser el espejo de las reacciones de los personajes de la serie: las personas jóvenes creen las mentiras de Richard, las personas de más edad las reconocen como mentiras.

En las relaciones con personas mayores las personas con menos experiencias en este tipo de manipulaciones son más vulnerables a ellas.
No es falta de carácter ni falta de inteligencia. No resulta concebible que la otra persona mienta ni que tenga motivos para hacerlo. De jóvenes no se aprecia la fealdad ajena en su magnitud real. Ha de aprenderse con experiencias y tiempo.

Esta vulnerabilidad sería otra razón para no mantener relaciones sexo-afectivas en secreto total.

La necesidad de mantener secretos hace vulnerables a los individuos. Individuos e instituciones abusadoras lo saben y lo explotan.

Quién mantiene secretos y necesitara comentarlo en un futuro suele pensar que los individuos de confianza se molestarán por haberlo ocultado.
Rara vez es cierto, pero estando abrumado no es evaluable.

No mantener relaciones en total secreto no quiere decir publicarlo en redes sociales.
Quiere decir dejarle saber a las personas de más confianza qué está ocurriendo, de modo que no sea una sorpresa en el futuro.

Los pedidos de mantener relaciones secretas como estrategia de abuso podría ocurrir primero como pedido pícaro y cómplice, luego a través de amenazas.
En personas jóvenes este pedido podría confundirse con un trato adulto.
El trato adulto resulta seductor a cualquier edad.
Pedir mantener secretos no es trato adulto. Es un mecanismo para dejar a un individuo en una posición de vulnerabilidad.

Comentar relaciones, miedos y dudas propios con personas de confianza sería un posible remedio y prevención contra este tipo de estrategias.

En casos de violencia física o emocional, aunque la violencia haya ocurrido años atrás, la estrategia de destrucción anímica continúa en tanto continúe la relación personal, laboral o institucional con quien ejerció la violencia. La presencia del ejecutor de la violencia es su continuación.

May 2024
23
13:09

En estos textos lo que se llama vulva es la parte exterior de los genitales femeninos.
Se llama vagina a la parte interior de los genitales femeninos.
El clítoris es un órgano con cantidad de terminaciones nerviosas ubicado en la parte superior de la vulva.
El pene es el miembro sexual de los genitales masculinos. La parte del extremo del pene se llama glande.
La piel que recubre el glande se llama prepucio. En algunos hombres el prepucio se elimina por medio de una intervención quirúrgica, generalmente antes de los 5 años de edad. El motivo para la circuncisión del pene es remover los pliegues de piel para simplificar la higiene.
Los muslos posteriores son el comienzo de las piernas bajando desde los glúteos.
Los muslos interiores son la parte de los muslos que se orientan hacia la otra pierna.
Ambas zonas de los muslos, posterior e interior, son sensibles y se consideran zonas erógenas.
Los glúteos son los músculos de la cola sobre los que descansa el cuerpo al estar en posición sentada. El ano es el orificio de la cola.
En los textos en español de España, a la cola se la suele llamar culo, y al ano se le suele llamar cola.
La parte posterior y laterales del cuello son muy sensibles y se consideran zonas erógenas. También lo es la zona en que se une el cuello con los hombros.
La espalda es la zona posterior del cuerpo entre los hombros y los glúteos. Algunas zonas de la espalda son zonas erógenas.
La panza es la zona del cuerpo que baja del pecho hasta la pelvis. Alrededor del ombligo la piel de la panza es más sensible. La zona entre el ombligo y la pelvis se considera una zona erógena.
La cintura es la zona de los laterales a la altura de la panza, que une la panza con la espalda, justo arriba de los huesos laterales de la cadera. La cintura se considera una zona erógena.

Las zonas erógenas son zonas de la piel con terminaciones nerviosas más sensibles al tacto. El tacto quiere decir frotamientos suaves y superficiales o presiones puntuales suaves. Las presiones puntuales pueden ser sostenidas en el tiempo o breves y rítmicas.

Una ‘buena práctica’ de higiene personal es reservar algunas prendas de ropa interior para uso exclusivo durante las relaciones sexuales.
Si se adopta la práctica de usar ropa interior exclusiva para las salidas y para tener relaciones sexuales no es necesario ‘recordar’ si al instante de tener relaciones sexuales se está usando ropa interior en buen estado o no.

Existe una marca de ropa interior cuyo nombre es un juego de palabras.
Su primera acepción es ‘El secreto de (la reina) Victoria’.
La leyenda cuenta que durante el reinado de la reina Victoria en Gran Bretaña se inventó la ropa interior y otras prendas consideradas seductoras, como faldas de volados y miriñaques.

La segunda acepción es ‘el secreto de la victoria’.

Esta segunda acepción podría no referir a las prendas de ropa interior, mas al efecto de la intimidad entre dos individuos.
El ‘secreto de la victoria’ en las relaciones eróticas sería la construcción de la intimidad.

En algunas regiones sajonas no se permite la publicidad de ropa interior en la vía pública. Se considera contaminación visual.

Recordando cómo ocurre la comunicación, los significantes no poseen significado en sí mismos. El significado lo asigna siempre su receptor.

En la República Argentina la publicidad de ropa interior en la vía pública se encuentra en avenidas y autopistas, en portadas de revistas, en páginas de diarios, en páginas de internet, en vidrieras, en marquesinas de negocios, en TV, etc.
En muchos casos las modelos lucen menores de 18 años de edad.

Seguramente no sean menores de 18 años pero el significante, la foto de una persona en ropa interior en pose sexual, no carga un significado en sí mismo. El significado lo asigna quien lo interpreta.
Para los adultos que interpretan estas imágenes esas mujeres son menores de 18 años, sin importar su fecha de nacimiento.

Recordando la pulsión de imitación durante la adquisición de habilidades, que niñas y niños menores de edad deseen imitar a los adultos en sus formas de vestir y comportarse e imitar algunos comportamientos sexualizados es natural y sano. Es el modo en que niños se ‘convierten’ en adultos sexualmente activos.
Imitar vestir, hablar y caminar como modelos para lucir bien, para resultar atractivos y para seducir, y es correcto.

Lo cuestionable de la publicidad de modelos en ropa interior en la vía pública es que el significante está dirigido hacia adultos consumidores de trabajo sexual, quienes refuerzan los patrones de violencia sexual y de consumo de sexo pago, perpetúandolo.

May 2024
23
13:53

La intimidad entre dos individuos es un lenguaje que comunica a los dos individuos, diferente a todos los otros lenguajes, que se constituye únicamente entre ellos.

Es un lenguaje que únicamente comprenden las personas que lo constituyeron.

Caso de ejemplo

En los viajes de turismo de vacaciones de entre 2 o 3 semanas cuando un turista, o un trabajador sexual, conoce otro turista evita tener relaciones sexuales de inmediato.
Se prefiere compartir tiempo y actividades no sexuales juntos durante las vacaciones y, llegando al final de los días de vacaciones, dar a conocer a la otra persona, o no, la posibilidad de mantener relaciones sexuales.

Uno de los motivos es evaluar la conveniencia de tener relaciones sexuales con el turista. Durante el tiempo juntos podría encontrar que quizá no fuera buena idea.
Otro es no tener que continuar el tiempo de vacaciones con esta persona después de haber mantenido relaciones sexuales. En el peor caso, soportar 2 semanas de encuentros sexuales desagradables o inventar una excusa para irse de inmediato son alternativas ingratas.
Un tercer motivo es el de generar intimidad antes de tener relaciones sexuales.

Tipos de experiencias eróticas

Lo que distingue una experiencia íntima de una no íntima es quiénes ‘hablan’ el lenguaje de esa experiencia.

  • Si la experiencia se ‘habla’ de modo único entre dos personas es una experiencia íntima.
  • Si la experiencia la ‘habla’ una única persona es una experiencia no íntima.
  • Si la experiencia se ‘habla’ entre varias personas es una experiencia de pertenencia grupal. La pertenencia grupal tiene cierto grado de intimidad entre los individuos que pertenecen al grupo.

Experiencia no íntima

Una persona danzando sobre un escenario para cientos de personas es una experiencia de seducción no íntima.
La demostración de la no intimidad es que el/la bailarín/a no conoce a las personas del público.

Intuitivamente la ausencia de intimidad se deduce de que todas las personas que observan el mismo baile lo ‘comprenden’ de igual modo.
Ese tipo de seducción es un ‘broadcast’ unidireccional cuyos receptores son consumidores pasivos. Como emisiones de radio, TV y cine.

Experiencia íntima

Una pareja bailando tango no coreografiado es una experiencia de seducción y sensual íntima entre los dos bailarines.
El tango como danza estructurada provee un ‘tesauro’ de movimientos para bailar. A partir de ese ‘tesauro’ cada pareja de baile constituye un lenguaje propio y único eligiendo entre ambos que ‘palabras’ y ‘frases’ de baile usar entre ellos.
Si la pareja no se ‘entiende’ en el baile, no se constituye lenguaje propio y no hay intimidad.
El hombre podría preferir los firuletes, la mujer podría preferir otros movimientos y esa pareja no se estaría ‘entendiendo’. No disfrutarán bailar juntos porque hablan ‘lenguajes de tango’ diferentes.

Cuando la pareja que baila tango se ‘entiende’ en los movimientos propuestos y aceptados entre ambos constituyen un lenguaje que los comunica. Ambas personas construyeron intimidad entre ellas.

Esa intimidad generalmente no es comprendida en su totalidad por observadores externos.
Un observador externo que sepa bailar tango podría observar que realizan más figuras de un tipo y menos de otro, que bailan cierta cantidad de piezas seguidas y luego descansan, que prefieren cierto tipos de tangos a otros, que ciertos días de la semana bailan entre ellos y otros días concurre únicamente uno de ellos, etc.
Los motivos para estas elecciones sólo son conocidos por la pareja de baile y son el lenguaje de su intimidad construída. Comprender esos motivos es ‘hablar’ el lenguaje de la intimidad entre ellos.

Experiencia de pertenencia grupal

Cuando una persona que baila sobre un escenario para cientos de personas es observada por un compañero de su misma escuela de danza es posible que ese baile/observación sea una experiencia de pertenencia grupal.

Quién compartió tiempo estudiando con el/la bailarín/a ya posee un lenguaje constituído entre ambos, compartido con el resto del grupo de estudio.
El bailarín podría realizar un movimiento técnicamente muy complejo que pasara desapercibido al público general pero que otro bailarín sí ‘comprendiera’ en su dificultad.
A partir de la experiencia de estudio en común quién compartió estudios podría comprender la presencia o ausencia de movimientos de baile, la elección del género musical, la elección de la vestimenta, etc.

La experiencia de pertenencia grupal ocurre porque durante el tiempo ‘de grupo’ se constituyó un lenguaje común entre sus participantes.

Diferencia entre recitales multitudinarios y recitales íntimos

En los recitales multitudinarios no se dan las condiciones para que la experiencia de seducción sea íntima. Los grandes recitales no son nunca íntimos.

Un recital en un bar con mesas y sillas para menos de 30 personas podría ser una experiencia íntima, si los músicos desearan que lo fuera.

Aunque cada canción se prepara y ensaya con antelación, las diferentes reacciones del público son visibles a los músicos y podrían constituir un lenguaje improvisado en ese momento con el público: elegir qué bis realizar o cuál no, subir el volúmen de la música o bajarlo, realizar comentarios hacia o con el público, decidir qué otros temas incluir en el siguiente recital, etc.

Lo mismo puede decirse de los eventos deportivos en estadios para miles de personas o en clubes de barrio.
En un estadio para 10.000 personas practicar deporte no puede constituir intimidad entre deportistas y público.
En un club de barrio podría serlo. Se establece una intimidad entre los deportistas y sus familiares, deportistas de otras categorías, deportistas de otras disciplinas, espectadores frecuentes, etc.

La constitución de la intimidad

Con un completo desconocido construir un lenguaje común a ambos seguramente requiera más tiempo.

Cuando existen experiencias y un lenguaje común anterior a la relación, constituir el lenguaje de intimidad con un desconocido puede ser más rápido, o instantáneo.

La mayor velocidad en la constitución de intimidad sería posible cuando existe un lenguaje común previo.

La intimidad en el trabajo sexual

El trabajo sexual se puede ejercer construyendo intimidad o sin intimidad, como coreografía técnica.

En ciertos tipos de trabajo sexual casi la totalidad del tiempo se dedica a la construcción de intimidad y de un lenguaje antes, durante y después de los encuentros sexuales.
La construcción de la intimidad ocurre a través de la realización de actividades placenteras, divertidas, gratas y no sexuales.

La intimidad en los trabajos asalariados

Las actividades laborales y profesionales no serían contextos apropiados para generar intimidad a causa de la asimetría de poder en la relación.

La experiencia del jefe y de quién paga un sueldo es distinta de la experiencia de quién trabaja por un salario, aún estando ambos en el mismo espacio y tiempo realizando las mismas tareas.

La experiencia de quién recibe dinero de un alquiler de vivienda es diferente de quién paga dinero para alquilar vivienda.

Aunque ambos compartan tiempo y espacio durante años ‘hablan’ lenguajes diferentes y no se construye intimidad.

El jefe y el dueño de vivienda siempre habla un lenguaje de órdenes y comandos a sus empleados e inquilinos.

Este texto no concibe que un lenguaje de órdenes pueda constituir alguna intimidad.

Imitación de la intimidad

La intimidad como lenguaje entre dos personas se puede imitar.

El ‘éxito’ de la customización de los buscadores y sitios de internet se basa en su capacidad de imitar la intimidad.

Al buscar en internet el buscador recuerda la búsqueda.
En las siguientes búsquedas sugiere productos relacionados a los productos previos.
Los individuos interpretan estas sugerencias como un acto de intimidad. El buscador parece haber aprendido a ‘hablar’ su lenguaje de preferencias y necesidades. Parece ‘conocerlos’.
No es intimidad ni comunicación. Para serlo debería ser simétrico.

La intimidad también se imita por personas quienes ‘investigan’ preferencias pasadas, incluyendo preferencias sexuales pasadas, y ‘ofrecen’ productos basados en esas preferencias sin que ocurra como un pedido espontáneo de ambos.

Intimidad y responsabilidad afectiva

Una práctica de responsabilidad afectiva sería no construir intimidad con una persona cuando no se desea establecer o mantener un vínculo fuerte.

Cuando una de las personas comprende que con la otra persona ‘hablan’ lenguajes diferentes declinar un encuentro sexual sería un acto de responsabilidad afectiva.

La intimidad en las experiencias sexuales

Durante las experiencias sensuales y sexuales no coreografiadas las parejas pueden constituir su propio lenguaje de intimidad.

El lenguaje se constituye a partir de las preferencias entre ambos, los modos de comportarse, etc.

Algunas experiencias físicas entre dos individuos las realiza uno de ellas hacia el otro. En un masaje en los hombros un individuo oficia de masajista, el otro disfruta del masaje.

Acordar en cada encuentro sexual quién acaricia y de quién acepta ser acariciado es una práctica sexual habitual en ciertas parejas.

El modo en el que cada pareja sexual acuerda cómo asignar esos roles, con que frecuencia rotarlos, cómo acordar qué prácticas desean realizar, etc es un lenguaje único e íntimo que constituye cada pareja sexual.

Estos lenguajes no discurren necesariamente a través de la palabra.

Episodios psicóticos relacionados a la intimidad

Confundir coreografías con actos de intimidad es un episodio psicótico.

Estos episodios psicóticos los ‘sufren’ individuos con exposición pública como actores, deportistas y músicos.

Personas del público que observan sus obras adoptan para sí expresiones de los artistas, tomando esas expresiones como lenguajes constituídos con ellos. En realidad son broadcasts impersonales.

Cuando una persona desconocida se encuentra a un actor y le ‘recita’ su propio latiguillo de la TV lo hace porque cree que ese es el lenguaje que el actor ‘habla’ con él. Piensa que esa frase la constituyó con/para él y que en ese instante es una expresión de intimidad entre ambos.

Es un episodio psicótico de quién consume arte impersonal y lo personaliza para sí mismo.

Otro caso de psicosis es el uso de lenguajes íntimos antiguos.

Los padres usan diminutivos y apodos alternativos a los nombres de sus niños. El uso de apodos es un lenguaje de intimidad.

Al crecer, los niños en ocasiones desean continuar usando por esos apodos, en ocasiones no.

Cuando no desean que lo hagan es porque esa intimidad que existía ya no existe.

Las experiencias de comunicación se constituyen en cada comunicación.

Que alguna vez un lenguaje haya comunicado a dos personas no asegura que en el futuro vuelva a hacerlo. La comunicación tiene ‘mecanismos’ de validación de que la comunicación aún continúa ocurriendo.

Con la intimidad ocurre lo mismo. Que alguna vez haya existido intimidad no asegura que continúe existiendo.

Cuando no la hay pero una persona actúa como si aún ocurriera ocurre un episodio psicótico.

May 2024
23
14:08

El Anatomista

En el año 1996 un escritor argentino inédito presentó una novela a un concurso literario organizado por la Fundación Fortabat.
El ganador del concurso recibiría un premio en dinero y la publicación de su libro.

La novela ganadora del concurso literario de la fundación Fortabat del año 1996 fue El Anatomista.

El Anatomista relataría la historia del ‘descubrimiento’ del clítoris en la edad media.

Las comillas en la palabra descubrimiento se deben a que no se descubrió porque estuviera oculto. Las ciencias médicas lo reconocieron como objeto de estudio.

Algunos meses luego de haber ganado el concurso surgió la noticia qué, habiendo Amalia de Fortabat leído personalmente el libro, se horrorizó por su contenido y ordenó retirar su premio.

Se armó un pequeño escándalo literario.

El escritor fue tapa de revista y de noticieros en horario principal durante uno o dos meses, en cuyas entrevistas se hablaba del clítoris.

Los noticieros de las 6:00 am sacaban al aire entrevistas a su escritor para preguntar por el premio y por el contenido sexual del libro.

Uno o dos meses después finalizó el escándalo. La historia oficial fue que el escritor recibió el premio en dinero que correspondía aunque simbólicamente su libro no ganó el concurso literario.

Aunque todo el escándalo pudo ser formalmente cierto, es probable que fuera una puesta en escena para que el clítoris fuera tapa de noticieros durante algunas semanas.

La puesta en abismo

La puesta en abismo de El Anatomista consistió en difundir el ‘descubrimiento’ del clítoris en este país a través de la publicación de un libro que relata… el ‘descubrimiento’ del clítoris.

Aún más sutil, es posible que el escándalo entre Fundación Fortabat y el escritor en el año 1996, luego de la publicación del libro, fuera una puesta en escena reflejando el contenido del libro.

El clítoris como ‘símbolo’ de la sexualidad femenina

Una diferencia entre el clítoris y las zonas sensibles masculinas sería que el clítoris se identifica claramente como un órgano no reproductivo.

El pene también posee zonas conocidas por tener más terminaciones nerviosas. El glande del pene, el círculo del pene en el origen del glande y el punto en la parte inferior del pene en el que comienza el frenillo del prepucio son zonas muy sensibles a la estimulación.

Estas zonas se consideran ‘indivisibles’ del resto del órgano, que sí es parte del sistema reproductivo.

La única ‘función’ conocida del clítoris es su sensibilidad a la estimulación.

Aunque existen muchas zonas sensibles en los cuerpos de las mujeres, quizá por ese motivo se lo considera ‘representante’ del derecho a una sexualidad placentera en las mujeres.

La invisibilización del clítoris

En la literatura de educación sexual de los años ’80 no se lo identificaba como un órgano de importancia ni en la anatomía femenina ni durante las relaciones sexuales. En ocasiones ni se lo mencionaba ni se lo ilustraba.

Una hipótesis de este texto es la existencia de una relación directa entre la invisibilización del clítoris y la explotación sexual de las mujeres.

En los países en los que el trabajo sexual se constituye como la única posibilidad laboral/económica para gran parte de su población, el clítoris se invisibilizaría por poseer ‘valor comercial negativo’.

Para quién consume trabajo sexual pago, el disfrute del trabajador sexual queda fuera de orden desde el instante en que expone su falta de interés en el deseo y en la voluntad de sus parejas sexuales.

Los placeres como un arma de batalla

En las relaciones concebidas como relaciones de dominación sobre la otra persona los orgasmos se suelen ‘administrar’ como ‘premios y castigos’ hacia la pareja sexual.

Denegar u ‘ocultar’ orgasmos durante las relaciones sexuales es un modo de hacer ‘reproches’ y desvalorar a una pareja sexo-afectiva como insatisfactoria.

Por su parte, los hombres que conciben las relaciones sexo-afectivas como relaciones de dominación se ‘ven’ a sí mismos como quienes ‘causan’ el goce femenino.

Quién concibe el sexo de ese modo se vuelve vulnerable.

Para este texto, el goce erótico, incluído el goce sexual, no se ‘causa’. El goce sexual se permite, o no, y se experimenta, o no.

No todas las parejas conciben las relaciones sexuales como relaciones de dominación.

Esta página se imprimió el día 2024-12-23 a las 07:16:36 hora ARG.
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